Hotel Thoukididis Kepésovon

Reseña de un crítico de hotel

Mi reciente escapada al Thoukididis fue una aventura única! Desde el minuto en que llegamos, el ambiente acogedor de esta encantadora mansión de 1875 nos hizo sentir como en casa. Las habitaciones, decoradas con techos pintados a mano, son un verdadero refugio, con colchones Cocomat que garantizan un descanso reparador. Joanna y su familia, amables como pocos, nos ofrecieron una deliciosa cesta con productos tradicionales que nos maravilló. Cada mañana, el desayuno era una experiencia culinaria distinta, reflejando auténticos sabores griegos que resonaban como una sinfonía en nuestro paladar. El ambiente del salón, donde se sirve café, era perfecto para relajarse junto a la chimenea después de un día de senderismo en los impresionantes alrededores. Aunque la dueña, Gianna, fue algo reservada, lo que realmente brilló fueron los momentos compartidos con compañeras de viaje que disfrutaron tanto como yo de la tranquilidad del lugar. ¡Un verdadero placer!